A pesar de que ya existen drones automatizados o pilotados en remoto, como los que utiliza el ejército, el uso de drones para cualquier tipo de labor, vigilancia aérea, inspección industrial, agricultura de precisión o toma de imágenes o vídeos, está supeditado a un control humano y a que el piloto del dron no pierda de vista el aparato.

En Europa se ha aprobado a finales de año la Nueva Normativa Europea de UAS/DRONES en la que al igual antes, uno de los puntos más importantes es el control que ha de tener el piloto sobre el drone en todo momento.

Estados Unidos posee su propia normativa y ha autorizado por primera vez los vuelos comerciales de drones automatizados sin operador humano, o sin que este esté in situ en el lugar donde se está produciendo el vuelo del dron.

La Administración Federal de Aviación ha autorizadopor primera vez el sistema de American Robotics que permite al dron volar de forma autónoma por su ruta de vuelo predeterminada sin necesidad de operadores humanos en el lugar. Esta aprobación representa un punto de inflexión en la industria de los drones comerciales, especialmente enfocados en aquellos dedicados al transporte de mercancías, que por primera vez podrán realizar vuelos autónomos.

¿Cómo funcionan los drones automatizados?

El drone funciona de manera totalmente autónoma, tanto en su despegue como en el vuelo y el aterrizaje. Dispone de sistemas de detección para evitar obstáculos como pájaros y dispone de estaciones de carga automáticas a las que el dron se conecta cuando detecta que dispone de poca batería, que además permiten el procesamiento, el análisis y la transmisión de los datos que ha recopilado el dron.

Aún así, la normativa de  FAA  mantiene ciertas restricciones, como que los drones deberán ser supervisados por un operador en cada vuelo, que revisará su seguridad e inspeccionará el drone mediante herramientas remotas y que solo se permitirá su uso en operaciones aéreas con poco tráfico, durante el día y que el drone no exceda los 120 metros de altitud.