Agricultura de precisión
La agricultura de precisión es un campo en el que los drones han irrumpido con fuerza. Por un lado las técnicas agrícolas avanzan según avanza la tecnología, buscando la mejor productividad de las cosechas. A pesar de ser un término que se acuñó en Estados Unidos a mediados de los años 80, en España no estaba ampliamente implantado debido al coste de los vuelos.
Con los drones se elimina la necesidad de realizar vuelos en helicóptero o avioneta. Además, debido a la configuración de la agricultura española, en la que la mayoría de las explotaciones son pequeñas, no se trataba de un método ni rentable ni eficaz. Los vuelos autónomos, con sensores multiespectrales y/o térmicos captan toda la información de un terreno con el que posteriormente se generarán mapas aéreos singulares con información relevante para la generación de patrones, que servirán para decidir qué zonas necesitan más riego, qué zonas más fertilizante o cuál es el crecimiento de las plantas. Debido a la capacidad de los drones para mantenerse estáticos en un punto o recorrer pequeñas superficies rápidamente, se han convertido en un aliado imprescindible para la agricultura de precisión, incluso en parcelas de terreno pequeñas.
La información recogida mediante los sensores a bordo del dron es analizada estadísticamente para generar patrones de mismos estados, similitudes del terreno, detección de patologías y anomalías, identificación de objetos y formas. Finalmente se generan informes técnicos donde se exponen conclusiones específicas de los mapas elaborados. Es decir, no solo generamos un mapa o una imagen, sino una recomendación o análisis asociada a ello.